Si la escultura y la pintura son testimonios elocuentes del espíritu creador del hombre y de su innato amor a la belleza, la arquitectura es su testigo eterno (Doctor Atl).
El hermoso paisaje telúrico de la Ciudad de México ha sido por años inspiración para grandes artistas de la cultura mexicana, como Diego Rivera, José María Velasco y Gerardo Murillo “Doctor Atl”, entre otros. El entorno que rodea a la ciudad siempre ha tenido un intenso vínculo con sus habitantes; sin embargo, en la actualidad, parece ser un recuerdo ambiguo en el imaginario colectivo.
Este proyecto retoma la silueta del paisaje de los alrededores de la Ciudad de México para hacer una reinterpretación y desarrollar una pieza abstracta, basada en un sistema prefabricado, que al multiplicarse compone un paisaje geométrico que evoca la belleza capturada en las grandes pinturas del territorio mexicano.
La disposición de los volúmenes responde al estudio de los flujos peatonales y genera una especie de microplazas que cambian de escala de acuerdo con la cantidad de gente que concentran. Planteamos que en estos puntos se alojaran algunos objetos urbanos que reaccionaran a las necesidades del espacio público: descansar, jugar y protegerse del sol.
La instalación, en su conjunto, se convertía en un espacio escultórico que recordaba la democratización del espacio público y visibilizaba el entorno que siempre hemos tenido presente.
Max Von Werz, Alejandro Gutiérrez, Rafael Barbato, Diego Garcia, Erick Meneses, Edith Razo, Anayetzi Ruiz